Cuanto te duele la vida.
Qué manera de romperte las costillas
De abrirte de un zarpazo
Dejar al descubierto
los pulmones y las tripas
y obligarte a respirar rota y vacía.
Qué manera de llorar tiene la vida.
Son sus lágrimas el acero en la cuchilla,
que te va rebanando
como a una fruta corrompida
arrancándote la piel, tira a tira!
Qué manera de gritar tiene la vida!
Te ensordece con su furia, con su ira.
Ella te tumba y te levantas
Ella para y tu caminas
Ella empuja y tu resistes con templanza y valentía.
Ella duele (duele toda) en cada herida.
Ella llora y se desborda y se hace ría.
Ella vocifera
y tus piernas temblorosas
se hacen costra en las rodillas
¿a quién esperas? ¿qué buscas? ¿dónde miras?
Estas sola.
Estáis solas tú y tu vida.
Es esa soledad anárquica
que no entiende de políticas,
esa soledad del alma
que no acepta compañías.
Esa soledad que buscas
cuando llamas a una amiga,
ella,
esa soledad que escucha,
que siempre te acuna y te guía.
Ella,
que ha de caminar contigo
hasta el final de tus días.
Qué manera de enseñar tiene la vida ¡qué manera!
no hay maestra más hostil ni más arpía (que la vida)
Qué manera de enseñarte
qué tu billete es de ida
aunque grites y te enfades
aunque llores y maldigas
aunque el pecho se te parta en dos
¡es solo de ida!
aprende, mira al frente, ve y ¡camina!!
¡Es la vida!, tu vida... La tuya....
"Baúl " marzo 2013
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