No es igual imaginarte
que tenerte;
imaginarte me insufla
ansias y me pervierte;
mientras que tenerte,
la bestia su hambre sacia,
y satisfecha completamente,
entra en una profunda calma.
No es lo mismo
imaginarte que
tenerte;
imaginarte
es mi enfermedad
traducida en locura,
mientras que tenerte
carne en carne,
te vuelve mi cura.
R. Boada
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